1. La celebración del don que Dios Padre concedió a la Virgen María, en el momento mismo de su concepción, en orden a la misión que le encomendaría: Ser la Madre de su Hijo Eterno y Salvador del Mundo.
2. Un llamado a nuestra fe para Conocer, Reconocer y Aceptar el pensamiento de la Iglesia que con el Dogma de la Inmaculada Concepción (Papa Pio IX, 08 de diciembre de 1854) declara, proclama y define la doctrina que sostiene que la Beatísima Virgen María, fue preservada inmune de toda mancha de pecado original desde el primer instante de su concepción.
3. Un llamado a toda persona bautizada para vivir en pureza de vida y rectitud de conciencia.
4. Un Encuentro de familias que, con luces, el rezo del santo rosario, villancicos y dulces celebran esta bendición y a la vez una invitación a prepararnos espiritualmente para recibir a Jesús en nuestro corazón en la noche de la Navidad.
Por: Hermana Alix Jáuregui Calderón, RBPA
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